Los tratamientos quirúrgicos en la enfermedad de Parkinson son adecuados para aquellas personas que los médicos consideran que reúnen las características específicas para este tipo de terapia. Gracias a ellos, algunos síntomas incapacitantes logran ser controlados.
Sin embargo, existen ciertos efectos secundarios como variaciones del volumen y tono de la voz, resonancia nasal, articulación imprecisa, reducción del rango de movimientos orofaciales y fonoarticulatorios, dificultades para coordinar el habla y la respiración, y disminución significativa de la mímica facial. También es frecuente apreciar deterioro del control salivar, disminución de la tasa deglutoria, y problemas con la masticación y manejo del bolo alimenticio en la boca.
Con el objetivo de minimizar este tipo de efectos secundarios y tratar de restablecer las funciones fonatorias, articulatorias y deglutorias alteradas; se ha creado un nuevo grupo de rehabilitación logopédica específica para aquellas personas afectadas por la enfermedad de Parkinson y que se encuentren bajo este tipo de tratamiento quirúrgico (estimulación cerebral profunda).